Nuestros sueños pueden convertirse en realidad si los deseamos tanto como para ir tras ellos”

domingo, 15 de mayo de 2011

Algo más que un deporte

Qué mejor forma de empezar un blog que hablando un poco de la marcha en general.
La marcha NO es "andar como si fueras idiota", "andar moviendo el culo", ni muchas otras "definiciones" que la gente ha ido sacando de su propia cosecha.
La marcha atlética es una modalidad del atletismo donde siempre ha de existir contacto (a simple vista) entre uno de los pies y el suelo.
La marcha, señores, es un deporte. Y no un deporte cualquiera, un deporte clasificado como OLÍMPICO desde 1908 (en categoría masculina). Más de un siglo de historia olímpica. Más de un siglo de batallas entre los diferentes atletas que han pasado por ellas, lleno de alegrías y triunfos y de tristezas y derrotas.

Por desgracia, el atletismo en general no es un deporte de masas y no tiene muchos seguidores. Dentro del atletismo, la marcha atlética tampoco es la más practicada. Y es una pena.

Yo tuve la suerte de descubrirla hará tres años. No, chicos. Yo no practicaba ningún deporte antes de meterme al mundillo del atletismo. Todo el día tirada en el sofá.
Entonces fue cuando, a la edad de 16 años, mi hermano comenzó en el club UCAM Athleo, -en Cieza, ya que entonces no existía ningún club aquí en Abarán-, y aproximadamente, al año siguiente empecé yo. Sí, señor. No sabia dónde me estaba metiendo. Debo de ser masoquista porque desde entonces, no he dejado de sufrir (¡y me encanta!).
Comencé corriendo, siendo cadete de segundo año (13 años) y duré muy poco... una periostitis fue la culpable de que comenzase en la marcha, gracias a mi entonces entrenador, José Antonio Carrillo. Fue algo que recuerdo con mucho cariño, ya que yo llegaba como una tarde normal a entrenar y Carrillo estaba programando el viaje con el grupo para una carrera en ruta que tenían el domingo de esa semana en Loja (si mal no recuerdo) cuando entonces añadió "y hay una novedad, que Amanda va a estrenarse en la marcha ". Me quedé pasmá. Debí de poner cara de susto o algo por el estilo, porque recuerdo que se rió.
Tras esto, me enseñó un poco la técnica de marcha y... llegó el día. QUÉ NERVIOS. Dieron el pistoletazo de salida y ahí estaba yo, marchando. Podéis imaginaros el puesto en que quedé.
Así fueron mis primeras carreras en ruta, un auténtico desastre y desmoralizamiento.
Seguro que existen más anécdotas de cómo fueron mis comienzos... pero de momento, ¡hasta la próxima!

3 comentarios:

  1. Para mi fuistes otro descubrimiento para la disciplina y espero estes muchos años en este mundo. José A. Carrillo.

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  2. ¡Muchísimas gracias Jose, lo mismo digo!

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  3. Ole tu amanditaa!!
    Eres grandeeeee!!! (L)

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